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La Loma de la Solana de Cañada Vellida, pieza clave del complejo defensivo republicano La Loma de la Solana de Cañada Vellida, pieza clave del complejo defensivo republicano
La posición de La Loma de la Solana y las vías de comunicación: Casco urbano de Callada Vellida (A); emplazamiento fortificado LS-1, dentro de la posición de La Loma de la Solana (B); posiciones defensivas en la subida al Puerto del Esquinazo (C)

La Loma de la Solana de Cañada Vellida, pieza clave del complejo defensivo republicano

Fue un punto determinante para las comunicaciones entre las proximidades de Teruel y el Bajo Aragón en la Guerra Civil
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Durante la Guerra Civil se construyo un amplio complejo defensivo en Cañada Vellida. Debía defender el tramo de carretera que ascendía al Puerto del Esquinazo, punto clave en las comunicaciones entre la vanguardia republicana situada en las proximidades de la ciudad de Teruel, y las Cuencas Mineras y el Bajo Aragón. Dada la situación en la que se encontraba la red de carreteras, el control de ese tramo de la actual Nacional 420 impedía cualquier ofensiva franquista con unidades mecanizadas procedentes de Teruel.

La Loma de la Solana era la pieza clave en este complejo defensivo republicano. Un lugar privilegiado para batir más de 3 km de carretera, al discurrir casi paralela a ésta, unos 100 m. de altura por encima y a algo más de 1 km. de distancia.

Para ello se creó en la cumbre y parte superior de la ladera meridional de la Loma de la Solana, una de las posiciones republicanas más extensas e interesantes de la provincia. Se trata de un amplio dispositivo defensivo, formado por una compacta agrupación de estructuras que ocupan no menos de 33 ha. de superficie; está formado por líneas kilométricas de trincheras y decenas de grandes depresiones, algunas de más de 50 m2 de superficie y otras formando “orlas” o filas continuas de hasta más de 500 m de longitud; también hay varios emplazamientos fortificados independientes, alguno a modo de “reductos” circulares de más de 40 m de diámetro, cuyas trincheras no enlazan con las líneas principales.

Recientemente se han llevado a cabo las primeras excavaciones arqueológicas y labores de recuperación de uno de los emplazamientos fortificados de la Loma de la Solana, el denominado LS-1. Los trabajos han sido financiados por el Ayuntamiento de Cañada Vellida y dirigidos por el arqueólogo Javier Ibáñez y el historiador militar Rubén Sáez.

Primera línea de frente

Hasta finales de febrero de 1938, Cañada Vellida estuvo alejada del frente bélico. Entre el epicentro de los combates por el control de la capital y esta zona, se interponían otras dos líneas de defensa republicanas, lo que limitaba las posibilidades de ataque. Por ello, las tropas desplegadas en Cañada Vellida gozaron de cierta tranquilidad, pese a la señalada importancia estratégica de esta posición.

Pero esta calma se rompió tras la Batalla del Alfambra, iniciada a principios de febrero de 1938. El fulgurante avance de las fuerzas sublevadas les permitió, en poco más de dos semanas conquistar, buena parte de los pueblos del valle del Alfambra que mediaban entre Teruel y Cañada Vellida.

A partir de ese momento, Cañada Vellida pasó a estar en la primera línea del frente. Y las posiciones defensivas creadas por los republicanos adquirieron un considerable valor estratégico. El ejército franquista debía tomarlas si quería controlar el Puerto del Esquinazo; además, estas posiciones tenían otro valor añadido, al obstaculizar el potencial avance sublevado hacia la zona de Galve, con el fin de superar los obstáculos orográficos de los estrechos de Los Alcamines y copar al ejército republicano parapetado en la Sierra del Pobo.
 

LS-1 visto desde el Sur. En primer plano construcciones de la posición avanzada


La ofensiva franquista en este sector le fue encomendada al poderoso Cuerpo de Ejército de Castilla. El 23 de abril de 1938, sus fuerzas fueron capaces de romper por tres puntos diferentes el frente republicano, desbaratando totalmente el esquema defensivo. Las tropas gubernamentales se vieron rebasadas, no consiguiendo contrarrestar el ataque; se dejaron en el choque varios cientos de muertos, 200 prisioneros y abundante material militar. El elevado número de prisioneros y material capturado lleva a pensar que parte de las fuerzas gubernamentales que custodiaban el sector debieron quedar copadas, sin posibilidad de escapatoria.

El derrumbe del frente republicano permitió a los nacionales el avance en una doble dirección: por el río La Val hasta Aliaga; y por Galve, hasta el vértice El Cerro, al noroeste de Aguilar del Alfambra. El mismo día que cayó Cañada Vellida, tomaron Mezquita de Jarque, Cuevas de Almudén, Jarque de la Val, Hinojosa de Jarque, Aliaga y Galve. Esta sorprendente progresión fue seguramente posible por no existir en este sector una segunda línea de contención sobre la que pudieran replegarse las fuerzas gubernamentales para reorganizarse y detener el avance franquista.

En la jornada siguiente (24 de abril), las fuerzas republicanas lanzaron un poderoso contraataque para tratar de recuperar el vértice El Cerro. Pero la ofensiva republicana fracasó, teniendo que replegarse tras sufrir cuantiosas bajas. Durante ese día, y a pesar de la resistencia republicana, las tropas franquistas siguieron avanzando por la zona de Aliaga, llegando a Ejulve, donde cortaron la carretera que unía el Bajo Aragón con el Maestrazgo. En los choques de esa jornada cayeron 200 soldados republicanos (incluidos un jefe y varios oficiales), además de ser hechos prisioneros otros 500. Entre ellos se encontraba un comandante y una compañía de zapadores completa. En el pueblo de Galve se encontró también un depósito de municiones. Con estas operaciones, el frente de batalla se alejaba definitivamente de la zona de Cañada Vellida.

Trabajos arqueológicos

Discurriendo por la carretera N-420 en dirección al Puerto del Esquinazo, tras dejar el cruce de Fuentes Calientes, vemos la Loma de la Solana, que se alza a nuestra izquierda. Entre la carretera y este largo relieve se encuentra la Val de las Pozas o del Hocino, donde se localiza la interesante Ermita de San Juan (Cañada Vellida) y la Fuenpicada (Fuentes Calientes). Desde un área de descanso situada al otro lado de la carretera, se puede percibir bien la composición geoestratégica, presidida por la Loma de la Solana desde donde se podía batir un largo tramo de la carretera; LS-1 es el tercer emplazamiento fortificado identificado desde la parte oriental de la loma (sin contar las decenas de pozos de tirador aislados en su parte frontal); su ubicación es fácilmente reconocible, al situarse cerca del segundo aerogenerador; el acceso a LS-1 actualmente no se encuentra señalizado, pero es fácil a través del ancho y cómodo vial del parque eólico.

En LS-1 se han excavado 90 m de sus más de 140 m de trinchera; también se han sacado a la luz un puesto de ametralladora, un pozo de tirador y varios espacios de vida; en este mismo emplazamiento fortificado podrían quedar por excavar unos 50 m de trinchera y más una decena de estructuras asociadas, situadas en su mayoría a contrapendiente.

Aunque la identificación genérica de cada uno de los elementos parece relativamente sencilla, su función y relevancia dentro de una posición tan extensa y compleja como la Loma de la Solana es difícil, dada la escasa proporción excavada del conjunto.
 

Línea de trinchera inferior de LS-1, vista desde el Norte


Dentro de la parte estudiada de LS-1 hay tres sectores diferenciados. Contra todo pronóstico, no estaban interconectados por trincheras, quedando separados unos de los otros por unos pocos metros, que debían recorrerse bajo potencial fuego enemigo.

El sector más avanzado es un núcleo constituido por cuatro estructuras cuadrangulares formando una agrupación casi compacta. Se sitúan a una cota más baja y ligeramente más cercana a la carretera que el resto de LS-1, y por tanto más expuesta al fuego enemigo. Pero también se trata de una zona de solana protegida frente a las inclemencias climáticas, a diferencia de las situadas a contrapendiente, orientadas a los gélidos vientos del Norte. La hipótesis más verosímil es que nos entramos ante una especie de garitas desde las que se controlaría la carretera y en las que los soldados que hacían guardia en la posición podían estar a resguardo. Las señales de fuego en dos de las estancias corroboran que los soldados estuvieron allí durante las duras jornadas invernales.

Configuración

También resulta complicado explicar la compleja configuración de las dos líneas de trincheras situadas por encima del anterior. Éstas contaban con dos posiciones para ametralladora (una de ellas dudosa, por su peculiar cierre posterior que la aislaba de la trinchera) y un pozo de tirador; pero ninguna de ellas se orientaba hacia la carretera (Sur), sino hacia el Este o el Sureste. Esta orientación hay que ponerla en relación con una de las dos sendas que ascendía a la parte alta de las laderas desde la Val del Hocino, aprovechando una barranquera, y que discurre a entre 120 y 150 m de estas estructuras

Hay que tener en cuenta que LS-1 era una pequeña parte de un conjunto mucho más complejo. Su función específica no era la de batir la carretera, sino la de vigilarla y controlar uno de los accesos a la posición desde el valle. La única forma efectiva de batir la carretera frente al potencial avance de unidades mecanizadas sería mediante artillería, situada preferentemente a contra pendiente, lugar en el que hay decenas de depresiones pendientes de una excavación arqueológica que determine su función.

Según nuestras estimaciones, hemos sacado a la luz bastante más de la mitad de LS-1. Pero este no es ni si quiera el mayor emplazamiento fortificado de la posición; valga como ejemplo que en la zona central de la loma hay otro emplazamiento fortificado circular casi cuatro veces más grande, que suma no menos de 480 m de trinchera y decenas de estructuras auxiliares. Considerando la posición de Loma de la Solana en su conjunto, los trabajos arqueológicos desarrollados comprenden en torno al 3 % de la misma.

No en vano, la Loma de la Solana de Cañada Vellida es una de las posiciones republicanas más interesantes y complejas de la provincia, en la que quedan por desentrañar muchas incógnitas sobre su estructura y organización.