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Algunas de las participantes en el curso, trabajando en los tejidos antiguos en los talleres de la Fundación Santa María de Albarracín

"Cada vez hay más consciencia de que los textiles son tan patrimonio artístico como un Velázquez"

Diez restauradores aprenden a recuperar telas antiguas en un curso de la Fundación Santa María
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Cruz Aguilar

El reconocimiento a las piezas textiles antiguas va en aumento y, mientras que antes se veían como objetos cotidianos, ahora “cada vez hay más conciencia de que son tan patrimonio como un Velázquez”, argumentó la profesora del Curso de Conservación y Restauración de Tejidos que se está impartiendo en la Fundación Santa María de Albarracín, Ana Isabel García.

La docente reconoció que la demanda para recuperar este tipo de piezas es cada vez mayor, de ahí el interés que despierta el curso entre los titulados, que así adquieren especialización. Además, incidió en la revalorización que se está haciendo en la actualidad de trajes antiguos o incluso otros complementos textiles, como abanicos.

Los diez alumnos que estos días concluyen su formación sobre Restauración de Tejidos en Albarracín han trabajado en la recuperación de sendas casullas con sus respectivas estolas de las localidades de Mas de las Matas y Tronchón. Ninguna de estas piezas se aborda por primera vez este año, ya que los técnicos han continuado lo empezado en el curso anterior.

Además, han intervenido en un tapiz de la segunda mitad del siglo XVI de la colección del Museo Diocesano, en el que están haciendo labores de conservación preventiva. Se trata de un tapiz confeccionado con lana y seda natural en Bruselas, en el taller de Frans Geubels.

Piezas

La pieza que sí ha salido por primera vez de las arcas de la Catedral este año para ser restaurada es una dalmática con su collarino y se ha escogido por la gran cantidad de antiguas intervenciones que presentaba. En este sentido, la responsable de la formación indicó que la labor docente se ha centrado en analizar los zurcidos previos y valorar si debían ser eliminados o no. “Hemos optado por retirarlos porque eran muy invasivos y estaban sobre zonas originales que no necesitaban consolidación”, dijo. Así, los expertos son los que deciden si mantenerlos por su valor histórico o retirarlos si amenazan a la propia pieza, que es lo que han hecho en estos últimos días.

Esta dalmática, confeccionada en tejido labrado de fondo de raso morado, con tramas de hilos metálicos plateados y dorados, datada en el siglo XX, les ha permitido también comenzar la restauración de una pieza desde cero y poder aprender todo el proceso de investigación previo.

Carácter práctico

Ese carácter práctico de los cursos es uno de los aspectos más valorados por alumnos y profesores, que también indicen en la extensión, en este caso del 1 al 19 de abril, tres semanas, que son un tiempo suficiente para profundizar en el aprendizaje de especialidades. Todos los alumnos son titulados en Restauración y lo que buscan con su estancia en Albarracín es especializarse. Por eso, la Fundación Santa María ofrece cursos tanto de recuperación de textiles, como de documentos, encuadernaciones o metales, entre otros. Además, desde la pasada edición se ha incorporado uno que se titula Aplicaciones de la nanotecnología en conservación y restauración del patrimonio, que comenzará la semana que viene y busca adaptarse a las nuevas demandas del sector.

Se trata de la edición número XXVI de los cursos y en ellos la fundación Santa María cuenta con el respaldo del Gobierno de Aragón a través del Instituto Aragonés de Empleo.